El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, calificó como “un triste espectáculo” el que la mayoría legislativa que aprobó las leyes para la revocación de mandato, ahora que se dan cuenta “de lo absurdo de sus normas”, las cambien a mitad del proceso después de que las violaron sistemáticamente, pues reiteró que la ciudadanía está harta de trampas.
Advirtió que el incumplimiento intencional a las reglas de los procedimientos electorales puede provocar el abismo a la democracia plebiscitaria o a la autocracia electiva impulsada por lo que el teórico de la democracia Alexis de Tocqueville llamó “la tiranía de la mayoría”.
“Hoy estamos viendo un triste espectáculo en el cual la mayoría que aprobó esa reforma constitucional y que aprobó la ley está tratando de, a medio partido, a medio juego, a la mitad de la revocación de mandato, introducir un cambio de interpretación respecto a lo que ellos pusieron en la ley y que se sigue acusando que el INE está tratando de ser sensor y de impedir la participación de funcionarios y partido, cuando esa prohibición se estableció por las mayorías que hoy están vigentes en la propia legislación y que son los primeros que se dieron cuenta, probablemente, de lo absurdo de las normas. Pero ellos las pusieron y son vigentes, y hoy, sistemáticamente, las están violando ,y ahora tratando de cambiar las reglas del juego a mirad del partido”.
Durante la conferencia magistral “Democracia y mecanismos de la participación ciudadana”, Córdova Vianello fue insistente en que él y la mayoría de las y los consejeros del INE consideraban que en una revocación de mandato deberían pronunciarse tanto el Presidente de la República como los partidos que impulsaron al mandatario, al igual que los de oposición, “pero fueron los legisladores, los que justo hoy se quejan de ello, los que decidieron que no pudieran promoverse, los mismos que promovieron falsamente que era una ratificación”.
Por lo que recalcó que “la ciudadanía mexicana está harta de trampas” y espera que todos se apeguen a las reglas del juego. Además, agregó que “ni la democracia plebiscitaria ni la autocracia electiva, son democracia”.
La consejera Carla Humphrey coincidió en estos posicionamientos al recordar que primero las y los legisladores tardaron 450 días en cumplir con su responsabilidad y emitir la legislación para la revocación de mandato y, después, fueron ellos mismos “los que prohibieron de tajo que las autoridades y cualquiera influyera o manifestara su opinión en torno a si el Presidente de la República debía mantenerse en su cargo o separarse de manera anticipada por falta de confianza”.