Un muro de hierro, contra los mexicanos y las naciones del mundo

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Por: Paty Calvillo
Periodista

Con 9 y hasta 12 metros de altitud y unos 214 kilómetros de longitud, luce imponente el muro que divide a las fronteras americana y mexicana en El Paso, Texas. En un recorrido realizado por Mg Radio, en Sunland Park, Nuevo México, y acompañados por la Border Patrol, atestiguamos la detención de dos personas que buscaban el sueño americano, las cámaras los interceptaron y no lograron su cometido.

El muro de hierro pesado, separa a las dos naciones, en la de México se ve una fuerte pobreza y marginación extrema, montañas de basura, botes de plástico, ropa, juguetes, hay jaurías de perros, casas de adobe y de madera, un verdadero cinturón de miseria. En algunas casas por el lado de México, apenas en construcción, se observan hombres escondidos que probablemente están realizando labores de información a los coyotes. Al menos se les ve sospechosos espiando a la migra.

En el lado americano, solo se ve el desierto, el piso resbaloso de arena blanca y rojisa, matorrales, algunos mezquites, palmas miniatura y una sequía extrema, muy similar a la del Altiplano Potosino, este lugar pareciera una extensión de Real de Catorce, Charcas y Matehuala, municipios de San Luis Potosí.

La Patrulla Fronteriza hace las funciones de vigilancia, detección y clasificación de personas que ingresan de manera ilegal hacia este país de América del Norte; en esta ocasión dos sujetos lograron brincar los muchos metros de ese muro mortal, fueron avistados y detenidos inmediatamente. En su trepidante discurso, el muro les dijo “no” a su ingreso ilegal, apenas iban a dar las 9 de la mañana de este lunes 7 de octubre y ya eran de los primeros arrestados del día.

En lo que se pudo observar en la detención, los elementos de la Border Patrol llegan rápidamente a investigar los hechos, inspeccionan la zona, la recorren a pie o a caballo, son varios los que acuden al avistamiento y con equipo táctico hacen sus operaciones. En medio de la temeridad y del valor de la placa.

Con toda su imponencia y sobriedad, el muro no inhibe los intentos de pisar al suelo americano. Hay historias muy crueles y difíciles de creer, como la de un traficante de humanos que, en una madrugada, con temperaturas extremas, literalmente aventó a dos niñas desde el lado mexicano hacia el lado americano -las menores eran de Ecuador-; sí la Patrulla Fronteriza no los hubiera percibido inmediatamente con su tecnología, no hubieran sobrevivido a las oscuridades de la noche.

Estar ahí entre los muros divisorios, entre los espíritus de ambas naciones, hace cuestionar qué tan malas son las condiciones para muchos en México, porqué esos motivos fueron más fuertes que la Patria misma.

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