Una exasistente de Kanye West lo demanda por acoso sexual e incumplimiento de contrato

0
75

La demandante, Lauren Pisciotta, asegura que el rapero le enviaba mensajes, fotografías y vídeos de contenido sexual, donde aparecían otros trabajadores y extrabajadores de sus empresas

El País.- El rapero Kanye West (Atlanta, Georgia, 46 años), ahora rebautizado como Ye, afronta una nueva demanda. En esta ocasión, de una exasistente que alega acoso sexual, incumplimiento de contrato, despido injustificado y ambiente de trabajo hostil, según apuntó este lunes 3 de junio el portal de entretenimiento TMZ, que accedió a la demanda, y que ya recogen y amplían medios de todo el mundo.

Según recoge el medio estadounidense PageSix, Pisciotta entró a trabajar como asistente de West por la suma de un millón de dólares anuales, bajo la condición de que estuviera disponible para el cantante las 24 horas del día, durante los siete días de la semana. Unas condiciones que la asistente aceptó. En julio de 2022, él le pidió que borrase su cuenta de OnlyFans, prometiéndole que, a cambio, le pagaría un millón de dólares más al año, la misma cantidad que ella estaba recibiendo a través de la plataforma, lo cual también aceptó.

Poco después de aquello, según asegura la demandante, West comenzó a enviarle mensajes de texto subidos de tono, vulgares o directamente obscenos. Pisciotta relata que el rapero se masturbaba cuando conversaban por teléfono, y le preguntaba si era capaz de oír o adivinar lo que estaba haciendo, según TMZPageSix incluso comparte algunos de los mensajes a los que ha tenido acceso, en los que supuestamente West compartía mensajes explícitos de fantasías sexuales que tenía con ella y con otras mujeres. Según la demanda de la que se ha hecho eco TMZ, hubo una gran cantidad de mensajes de texto, fotografías sexuales y vídeos entre la demandante y el demandado, en los que el rapero compartía vídeos en los que aparecía practicando relaciones sexuales con una modelo. Pisciotta también asegura que recibió de West fotografías íntimas de empleados “actuales y anteriores” de la compañía, que incluían tanto “hombres como mujeres”.

Más adelante, el artista nombró a Pisciotta jefa de personal de sus diversas empresas, con un salario que ya ascendía a cuatro millones de dólares, pero en octubre de 2022 la despidió. West le ofreció una indemnización de tres millones de dólares que ella aceptó, y de nuevo —y según la demanda—, él nunca pagó.

Esta última demanda se suma a una larga lista que el rapero ha ido recibiendo en los últimos años. Entre 2023 y 2024, comenzó a acumular denuncias por parte del personal docente que trabajó en su escuela infantil Donda Academy, situada en Ventura, a unos 50 minutos de Los Ángeles. Tal y como recogieron en su momento varios medios que tuvieron acceso a la denuncia, un antiguo empleado, llamado Isaiah Meadows, acusaba a West de no pagarle el salario prometido y de despedirle de forma improcedente. Las quejas eran similares a las de las dos profesoras, Cecilia Hailey y Chekarey Byers, que demandaron a West el pasado mes de abril de 2023, acusándolo de falta de compromiso en sus pagos, así como de racismo, asegurando que, como las dos únicas docentes negras del centro, recibían unos salarios inferiores a los de sus compañeros. Isaiah Meadows, antiguo profesor de Educación Física, demandó al rapero por “daños a causa de los impagos, pérdida de ingresos y estrés emocional”, entre otras cuestiones. Estas demandas también revelaron cuestiones preocupantes en cuanto al funcionamiento del centro de estudios del artista, como la ausencia de cristales en las ventanas, ya que, al parecer, según la demanda de Meadows, a West no le gusta el cristal. “El agua calaba en el suelo, lo que llevaba a tener un olor a moho durante los días siguientes”, puede leerse en la denuncia. Además, las fosas sépticas estaban desbordadas “causando olores terribles”, afirmaba el demandante. Además, según las profesoras Hailey y Byers, no se enseñaba el Holocausto y “querían suprimir muchísima información histórica”. Había prohibiciones y restricciones en la enseñanza: “No querían que los estudiantes conocieran partes de la historia negra o asiática de nuestro país”.

Fuera de su propia escuela, West también se encontró a principios de 2024 en medio de una disputa legal con los hijos de Donna Summer, quienes acusaron a Ye de haber falsificado sin permiso el éxito de 1977 I Feel Love —una de las canciones más populares de la cantante estadounidense—, utilizando “partes reconocibles” de la canción en su tema Good (Don’t Die), todo ello después de que los mismos herederos hubiesen rechazado explícitamente y por escrito su petición de utilizarla.

Otro de los grandes quebraderos de cabeza que envuelven al rapero procede de una de sus colaboraciones con Adidas, a la que acusa de vender sus populares zapatillas Yeezy en colores que él nunca aprobó. La marca ha demandado al artista por sus comentarios racistas y le pide una indemnización de 250 millones de dólares por incumplir el contrato en cuestión. West subió a sus redes una foto portando las zapatillas junto a un mensaje en el que aseguraba que “Cualquiera que ame a Ye no compraría estos Yeezys falsos”.

Compartir en:

Leave a reply