Violencia Vicaria: el inhumano trato contra las mujeres a través de sus hijos

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Blakely Morales

Un nuevo concepto va ganando terreno, pues sirve para denominar situaciones vividas desde hace mucho tiempo por las mujeres que son madres, y deciden separarse de sus parejas por motivo de ser víctimas de algún tipo de violencia, física, económica o psicológica.

Se trata de la Violencia Vicaria. El problema es que esta modalidad específica de la violencia patriarcal, agrupa a todas las demás.

Se llama vicaria, pues es una violencia por sustitución, ejercida por hombres por sí mismos, o por interpósitas personas, en contra de sus ex parejas, directamente o a través de hijas e hijos, producto de la relación; la finalidad es herir, manipular y controlar a la madre generando daños psico emocionales.

En este contexto, ante la falta de datos que den cuenta de la problemática, cientos de mujeres mexicanas han conformado ya el Frente Nacional contra la Violencia Vicaria; este colectivo ha identificado, a partir testimonios, banderas rojas, patrones o señales que identifican a los padres agresores; algunas de ellas son:

Expresarse de manera perjudicial contra la madre frente a sus hijos e hijas, exponiéndolos a estímulos negativos que generen alienación en su favor; no hacerse cargo de las necesidades de sus hijos e hijas, manipular o amenazar a las madres con quitar la custodia o hacer daño a hijos e hijas.

“A todas (las mujeres del Frente Nacional) antes de la sustracción de los niños, nos pasaron más o menos las mismas cosas; llegaban hablando de cosas que nunca les habíamos comentado, manipuladas; empezaban a hablar de cómo les iba ir si se iban a vivir con su papá, les empezaban a preparar el caminito, y empezaron a mandarnos amenazas con los niños: que nos iban a quitar la patria potestad, la custodia, a meter a la cárcel”.

El testimonio es de Claudia; tras su divorcio, el padre de sus dos hijos intentó sustraerlos del hogar materno, acusándola y denunciándola por presunta violencia familiar; a raíz de acumular amplios expedientes, de un proceso jurídico en el que lleva enfrascada seis años, en el 2021 se unió y hoy representa al Frente Nacional contra Violencia Viaria en SLP.

Claudia identifica algunos patrones similares detectados entre las mujeres víctimas, pero también en los comportamientos de los varones que ejercen este tipo de violencia, algunos de ellos diagnosticados en peritajes psicológicos como personas con tendencias narcisistas o antisociales.

“En todos los casos hemos visto que los agresores tienen el mismo patrón, llegamos a la conclusión por las actitudes, algunos sí tienen los estudios psicológicos hechos, estamos hablando de personas con trastornos de personalidad antisocial; y también es uno de los temas que estamos pidiendo que se verifiquen a la hora de los pleitos por custodia, porque en muchos casos estamos hablando de personas con trastornos de personalidad narcisista, con psicópatas integrados”.

El Frente Nacional contra Violencia Vicaria, integrado ya por unas 600 mujeres madres, ha impulsado además herramientas jurídicas, en la Cámara de Diputados, fue presentada la semana pasada, una iniciativa para agregar la Violencia Vicaria a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

Pues en la Violencia Vicaria, participan lo mismo las ex parejas, o esposos, hasta los abogados y jueces que conocen los resquicios en la ley para arrebatar custodias, planear estrategias deleznables para sustraer menores, hasta admitir denuncias como la del siguiente testimonio.

“Mi pareja planeó todo para quitarme a la niña; me estuvo grabando, por ejemplo: yo llegaba a la casa y estaba lloviendo, me había pasado lavando toda la mañana, y él estaba acostado viendo la tele; entonces yo llegaba y le decía ‘no maches, cómo va ser posible que llegaste y ni siquiera me pudiste ayudar a quitar la ropa’, eso él lo grababa”.

Por el sigilo que requiere el proceso jurídico en el que se encuentra desde hace más de seis años, el testimonio de esta mujer, a quien llamaremos Teresa, es anónimo. Ella también fue acusada de violencia familiar por el padre de la niña, quien según su testimonio, ha hecho todo para poner a la menor en contra de su madre; Teresa padeció depresión, situación que fue aprovechada por él para sustraer a la menor.

Teresa denuncia que su caso está rodeado de corrupción y tráfico de influencias, además señala que ha sido atendida por abogados que incluso le robaron dinero, y por motivos de salud familiar, no ha podido solventar una defensa jurídica que para estos juicios no es barata, razón por la cual su divorcio y la custodia compartida, fueron revocados. 

Desde hace un año, Teresa solo puede ver a su hija de once años, una vez a la semana durante una hora. 

“Vengo cargando una cobija muy pesada y la sigo arrastrando, y voy a luchar hasta el último minuto porque lo que me están haciendo no es justo; simple y sencillamente yo no soy una mamá mala, no me han podido comprobar nada, he tenido todos los peritajes”.

En un video que ella comparte con MG Noticias, bajo la condición de no hacerlo público, se pueden ver a ella y a la niña, saliendo de una audiencia, mientras la menor rompe inconsolable en llanto, se abraza a su madre, en una expresión que Teresa identifica como una súplica, un grito de ayuda.

Igual de Claudia, Teresa detecta actitudes antisociales y narcisistas de parte de su ex pareja y agresor; no obstante las evidencias, los jueces la han forzado a sostener juntas de avenencia con él, a pesar de que ella no sostiene ningún tipo de relación, menos amistosa con él. Sostiene la hipótesis de que todo, desde el embarazo, hasta la manera en la que logró poner a su propia hija en contra suya, absolutamente todo, parece que fue perfectamente planeado.

“Hoy en día yo digo, ya no tengo nada que perder; lo perdido, perdido está, el vínculo con mi hija está completamente roto y es súper triste, yo sé que no solo para mí sino para muchas mujeres”.

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