Armita Geravand, ¿un caso similar al de Mahsa Amini que Teherán quiere silenciar?
France 24.- Una joven iraní de 16 años fue hospitalizada el domingo 1 de octubre tras ser evacuada inconsciente del metro de Teherán. Según la ONG kurda de derechos humanos Hengaw, la joven Armita Geravand seguía en coma el martes 4 de octubre “tras sufrir una grave agresión física por parte de agentes de la policía de la moral en el metro de Teherán”.
Según la organización, la adolescente se encuentra en el hospital Fajr, un centro militar. Una periodista iraní fue detenida el lunes 2 de octubre en Teherán, tras acudir al hospital para investigar el estado de la joven “que se desmayó en el metro”, anunció el diario reformista ‘Shargh’, para el que trabaja.
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“Maryam Lotfi, periodista del diario ‘Shargh’, fue detenida”, indicó el periódico en su página web el lunes por la noche, sin dar detalles sobre los motivos de su detención. La mujer fue puesta en libertad unas horas más tarde.
Hospital bajo estrecha vigilancia
“Según una fuente informada, debido a la presencia masiva de las fuerzas de seguridad en el hospital Fajr, actualmente no se permiten visitas a la víctima, ni siquiera a su familia”, informó la ONG Hengaw.
El medio de comunicación persa ‘Radiofarda’, con sede en Praga, también confirmó que el hospital, y en particular su unidad de cuidados intensivos, estaba acordonada por las fuerzas de seguridad iraníes, afirmando que “ni siquiera al personal del hospital se le permite acceder a esta planta”.
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Mientras la noticia de la hospitalización de Armita Geravand comenzaba a difundirse el domingo, inundando las redes sociales, el director general del metro de Teherán, Masood Dorosti, negaba cualquier “conflicto verbal o físico” entre la adolescente “y pasajeros o directivos” que estuvieran trabajando en ese momento.
Añadió en una entrevista a la agencia oficial iraní Irna que estas acusaciones “son falsas” y “pueden refutarse con las imágenes de videovigilancia del metro”.
Según Irna, la estudiante se desmayó como consecuencia de una “bajada de tensión” mientras intentaba subir al metro.
La versión de la “bajada de tensión” apoyada por las imágenes de videovigilancia
Las imágenes de videovigilancia difundidas por la agencia muestran a un grupo de adolescentes sin velo en la cabeza subiendo a un tren subterráneo. Una de ellas es sacada del vagón. Parece estar inconsciente. Tras un salto en la grabación, llegan los paramédicos y se llevan a la chica inconsciente. Sin embargo, no se ha difundido ningún vídeo del interior del vagón.
En una entrevista publicada el martes, los padres de Armita Geravand confirmaron la hipótesis de la “bajada de tensión”.
“Como dicen, le bajó la tensión”, dice su madre en el vídeo, que muchos observadores califican de “confesión forzada” de los padres de la niña.
Según ‘Radiofarda’, que ha hablado con una fuente, Armita Geravand fue detenida por la policía de la moral unos minutos antes de caer enferma, a la entrada de la estación de metro, en compañía de otras jóvenes que no llevaban velo. Tras un altercado verbal, un agente de policía habría empujado a una de las chicas. Según esta fuente, la estudiante cayó al suelo. Al cabo de unos minutos y con la ayuda de otras dos chicas, se levantó y volvió a subir al vagón de metro.
Selon le témoignage recueilli par @RadioFarda_, #ArmitaGaravand, 16 ans, a été agressée par la police du hijab à l’entrée de la station de métro et non dans le wagon. Elle s’est évanouie une fois rentrée dans le wagon. Elle est actuellement dans le coma, hospitalisée à l’hôpital… https://t.co/S4E6QNckQI pic.twitter.com/6REfWksBhK
— lettres de Teheran (@LettresTeheran) October 3, 2023
Irán se vio sacudido durante varios meses por las protestas desencadenadas por la muerte, el 16 de septiembre de 2022, de Mahsa Amini, detenida por la policía de la moral por violar el estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres.
Más de 90 periodistas iraníes han sido acosados por las autoridades por intentar cubrir las protestas o investigar la muerte de Mahsa Amini.
Entre ellos, Niloufar Hamedi y Elaheh Mohammadi, dos periodistas que cubrieron el caso de Mahsa Amini, están detenidos desde septiembre del año pasado y juzgados en Teherán, acusados, entre otras cosas, de conspiración contra la seguridad nacional.