Después de tres años de construido el nuevo edificio del Hospital Central “Dr. Ignacio Morones Prieto”, se ha hecho uso de las instalaciones, comenzando con el área de urgencias.
Se instaló el laboratorio clínico del segundo piso del nuevo edificio y banco de sangre; la consulta externa se encuentra también en el nuevo edificio. Tras diversas negociaciones con el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) se logró la autorización de 900 millones de pesos, comenzando el proceso de adquisición de equipo médico de laboratorio, instrumental y mobiliario por parte de la Coordinación de Equipamiento Médico y Proyectos Especiales, (CEMPE) del INSABI, afirmaba en los primeros días del año, el gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona.
En tanto, la iudadanía denunciaba en las redes sociales desabasto de medicamentos, malos manejos en la clínica numero 1 del IMSS conocida como Zapata, donde era común observar situaciones como pacientes que eran dejados morir o no se atendían, aún estando cerca algunos médicos y enfermeras.
El lunes 8 de agosto, los Servicios de Salud de San Luis Potosí dieron a conocer que se confirmó el registro del primer caso de viruela del mono en el estado el cual corresponde a un hombre joven que comenzó con síntomas, y de inmediato recibió atención médica.
el primer contagio de viruela del simio se presentó en un adulto masculino que tiene como antecedente el haber viajado recientemente al extranjero y luego de que el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) le realizara exámenes para analizar su caso, se llegó a la confirmación de la infección, indicó el secretario de Salud estatal, Daniel Acosta Díaz de León.
El masculino se encuentra actualmente en aislamiento y bajo vigilancia médica en su hogar, y es el primero de varios casos que ya observa la entidad potosina.
Un caso que cimbró a los potosinos fue el de Camila, una niña que apenas había cumplido tres años de edad, que presentaba vómito, fiebre y diarrea. Mary Jane Mendoza, su madre, se intranquilizó y cargó con ella al Hospital Comunitario del municipio potosino Salinas, a unos 40 kilómetros de La Herradura, su pueblo. Le dieron 30 gotitas de paracetamol pero no sirvió de nada, la dieron por muerta, en su funeral volvió a respirar, mientras la trasladaban a un nosocomio cercano volvió murió, hecho que derivó en la detención del personal médico que intervino en el proceso.
