Primero el consumo, luego. Más pobres
Por Roberto Mendoza
A lo mejor usted está esperando el llamado “Buen Fin” para poder gastar algo de dinero que le haga sentir mejor, porque gastar dinero bien ganado, es un incentivo personal que levanta mucho el ánimo. Vivimos en una sociedad donde prácticamente hay de todo y repetidas veces tenemos dinero suficiente para optar por comprar algo que en realidad no nos hace falta. En medio de esta normalidad existe, sí, la pobreza extrema. Personas que no sólo viven al día, sino que tienen que optar por comprar estrictamente lo que les hace falta para sobrevivir.
El presidente basa su discurso en la frase: “Primero los pobres” es una frase que no podemos pasar sin pensar en el prójimo, pues lo ideal es que todos nos integremos a los beneficios que consideramos generales. Nadie puede decir, no, contundentemente a esta frase sin sentir al menos, un poco de empatía. Hoy somos más empáticos que nunca, en la historia de la humanidad.
¿Cuál es la idea del presidente? ¿Eliminar la pobreza o acrecentarla? La prioridad número uno de este gobierno, se supone, es con los pobres. Pero su idea de ayuda es cíclica, se regala dinero para que se gaste en productos que en su mayoría hacen grandes compañías. “Que no caiga el consumo”, dice muchas veces el presidente, ese es el éxito, asegura. Al final lo que hace el gobierno es lo que no quiere hacer; subsidia a las grandes empresas, pues da dinero para que se compren sus productos.
Sí de verdad, el gobierno quisiera eliminar la pobreza, emplearía ese dinero que “regala” en proyectos productivos que hicieran que muchas comunidades, sobre todo alejadas de las grandes ciudades, produjeran bienes e incluso servicios. A mediano plazo los convertiría en autosuficientes y a largo plazo, dejarían para siempre la pobreza.
Regalar dinero no es proteger a los pobres, es crear más, porque alguien tuvo que dejar de ganar el dinero que ahora se reparte incluso, paradójicamente, el consumo se verá afectado, pues los aguinaldos de muchos empleados federales se recortarán a la mitad. Los pobres no se van a beneficiar con esto pues lo único que hacen es gastar, ¿es un regalo o una maldición qué se terminará pronto, que un día dejará de alcanzar y qué a largo plazo nos dejará como un país más pobre y dependiente? No es “Primero los pobres”, sino “Primero el consumo” y el consumo es la base del capitalismo, del neoliberalismo y de la dependencia.