Salud aceptó administrar HRAE, sin dimensionar la estructura antigua del Central Ignacio Morones Prieto

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Edición MG

San Luis Potosí. La crisis de atención digna y el entorno laboral adverso que enfrenta el personal sanitario integrado por unas mil 900 enfermeras, médicas, médicos, especialistas, del Hospital Central Ignacio Morones Prieto, que laboran de base y conforman los gremios mayoritarios organizados al interior del nosocomio, no avizora una solución real a sus exigencias, toda vez que hoy, durante la protesta, según denunciaron, las respuestas del titular de los Servicios de Salud, Miguel Ángel Lutzow Steiner y del gobernador, fueron planes a corto plazo.

La secretaria general del Sindicato de Trabajadores y Empleados del Hospital Central, la enfermera Claudia Lizeth Cisneros Aguilera, denunció que, al margen de la politización de la que pudiera ser objeto la crisis del Central, que se ha extendido en el tiempo y se ha agravado a causa de la pandemia de covid19, esta estaría relacionada con incapacidad e inoperancia de parte de los Servicios de Salud para administrar lo que todavía no es, en los hechos, aunque ya lo presuman así, el nuevo Hospital Regional de Alta Especialidad.

Para poner en dimensión y dar un poco más de contexto: en el esquema federal, solo existen seis hospitales regionales de Alta Especialidad distribuidos en el país; el nuevo Hospital Central sería el séptimo

Estos centros médicos lo que buscan es acrecentar la capacidad del sistema para la atención pertinente de procedimientos ambulatorios para las enfermedades que más demanda presentan en estos momentos, se entienden que son temas como covid, cáncer en todas sus amplísimas variantes y los padecimientos y tratamientos relacionados a la diabetes, como la insuficiencia renal, etcétera.

Hace casi exactamente un año, luego de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a San Luis Potosí, el 6 de marzo, y tras una negociación entre el mandatario federal y el gobernador Juan Manuel Carreras, se firmó un acuerdo entre el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) de la 4T, con los Servicios de Salud del gobierno del estado.

A partir de ahí, la dependencia estatal tomó el control de la administración y operación del nuevo Hospital Central, y aquí solo matizar que esto no ha sucedido, pues el central sigue funcionando prácticamente en su totalidad, en las instalaciones viejas, del nuevo edificio según se sabe, solo hay habilitadas alrededor de doce camas para la atención de covid

la secretaria general del sindicato mayoritario Claudia Cisneros conisderó que al no haber tenido conocimiento previo de la estructura del hospital más importante del estado los Servicios no dimensionaron el tamaño de la responsabilidad que implicaban el tránsito y la consolidación de la nueva infraestructura, lo que ha derivado en múltiples inoperancias, entre ellas la actual crisis en donde por más absurdo que suene, no hay ni jeringas.

“Hospital Central se fue construyendo al margen de la operación, todo lo administrativo y operativo, fuera de Servicios de Salud; al momento en que firman ese acuerdo, para tener una cuarta transformación, para hacer un Hospital Regional de Alta Especialidad, Servicios de Salud no dimensionaba lo que implicaba Hospital Central Ignacio Morones Prieto”, declaró Claudia Cisneros en exclusiva para MG Noticias.

“No es igual manejar un hospital de la calidad, de la cantidad, de la magnitud de un Hospital Central, a lo que es manejar la operación, recurso humano de un hospital como el General de Ciudad Valles, o Matehuala o Cerritos, porque todos los municipios descargan en el Hospital Central; todo lo que no puede atenderse en los municipios, descarga en el Hospital Central”, sentenció.

Según la líder sindical Claudia Cisneros, derivado de la escasez de material, médicos y enfermeras se cooperan para comprar desde material y medicamentos para el diagnóstico y atención de cáncer, hasta insumos para garantizar la alimentación de bebés recién nacidos.

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