EL Universal.-
El puente vehicular atirantado de Circuito Potosí y Calle 71 que tiene más de 15 meses en obra tiene que ser entregado antes de que concluya el mes de marzo, así lo sostuvo la Secretaria de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (Seduvop), Isabel Leticia Vargas Tinajero, quien reconoció que se han tenido varios contratiempos pero sólo faltan trabajos mínimos.
La funcionaria comentó “la verdad es que en estos últimos días hay un avance muy considerable, seguimos pendientes de la entrega, pero ya la tenemos programada para finales de este mes, ya los detalles que se están haciendo, son en terracerías lo que era más tardado como líneas de drenaje ya se terminaron esos trabajos y ya estamos iniciando con la base negra o carpeta asfáltica”.
Dijo además que pudiera decirse que actualmente se encuentra en un 90 por ciento de avance a espera solamente de concluir con la carpeta que es lo que incide más en este porcentaje, pero es algo que se aplica rápidamente y por tanto en breve debe de estar concluido.
Cabe recordar que esta obra inició en octubre del 2022, teniendo como fecha inicial de entrega en el primer trimestre del 2023, no obstante, ha sufrido severos testarazos.
El proyecto forma parte del nuevo modelo de movilidad en la zona metropolitana del estado, en donde se han construido al menos tres puentes atirantados (Fenapo, carretera Rioverde y Calle 71) y rehabilitado el Circuito Potosí con la finalidad de agilizar la circulación vehicular.
Por otro lado y cuestionada al respecto refirió que contrario a lo que sucedió en los primeros años de la actual administración en donde eran muy pocos los ayuntamientos que presentaban proyectos a Seduvop para ser ejecutados en sus territorios, este año se han incrementando y ya aproximadamente el 45 por ciento de los municipios han presentado alguna solicitud de proyecto.
No obstante Vargas Tinajero sugirió que se deben hacer con tiempo estas solicitudes porque muchas veces los proyectos que se presentan vienen incompletos y se requiere hacerles ajustes, de ahí la tardanza en que se puedan validar y en su momento programar para arrancar las obras.
