Investigadores y científicos mexicanos acusaron que los ataques del Gobierno federal, incluidos los del Presidente Andrés Manuel López Obrador, a los centros de investigación y a universidades, buscan concentrar el poder, imponer el autoritarismo y sustituir la autonomía por discrecionalidad, por lo que consideraron necesario armar un frente para evitar un retroceso de 40 años.
“Lo que estamos viendo es el desmantelamiento de las instituciones que costaron casi 40 años construir y que se están sustituyendo simplemente por márgenes de discrecionalidad para repartir los recursos”, sostuvo Sergio López Ayllón, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
“Hemos visto muchos golpes dirigidos a personas e instituciones, pero el trasfondo es la concentración de poder y decisiones en algunas instancias y eliminar el ecosistema cooperativo en donde tenían espacio, voz y voto investigadores del sector privado y público”, añadió en el foro “En Defensa de la Comunidad Científica y Académica de México”, organizado por el Consejo Consultivo de Movimiento Ciudadano “Pensando en México”.
El biólogo Antonio Lazcano, quien ha sido miembro de Instituto de Astrobiología de la NASA, aseguró que decisiones como la “expropiación” de los recursos que había en los fideicomisos científicos, la prohibición del Conacyt a los científicos para no opinar negativamente sobre las políticas o programas de la institución, así como los cambios ordenados en el SNI para dejar fuera a científicos mientras se admiten a otros, como el Fiscal Gertz Manero, a pesar de haber sido exhibido por plagio, empeoraron la atmósfera antiintelectual que ya había provocado López Obrador.
“La tentación antiintelectual del Gobierno actual quedó perfectamente, alcanza uno de los momentos culminantes más risibles cuando el Presidente confunde a los científicos con grupos de consejeros políticos de Porfirio Díaz”, sostuvo.
Lazcano recordó los ataques del Presidente a la UNAM y al CIDE, y la disminución presupuestal a los centros de investigación y de educación superior, mientras que propuso un proyecto populista de creación masiva de universidades sustentadas, dijo, más en una ocurrencia.
Jorge Javier Romero, investigador del CIDE e integrante del Consejo Asesor de la Red de Rendición de Cuentas, consideró necesario crear un frente entre la oposición política, la academia y los centros científicos ya que con el pretexto de “acabar con el neoliberalismo” se busca atacar la autonomía.
“Estamos en una especie de restauración de un modelo de ejercicio de la autoridad y el poder”, afirmó.
“Necesitamos cerrar filas, construir un frente sólido que haga que esta andanada no avance más. Defender los centros de investigación y la autonomía de las universidades hoy es crucial”, insistió.
Catherine Andrews, quien en noviembre fue destituida como secretaria académica del CIDE, afirmó que detrás de los ataques a la academia y la ciencia por parte del Gobierno no hay ninguna propuesta ideológica como sí la hubo durante el Gobierno de Lázaro Cárdenas para imponer el marxismo, sino simplemente concentrar el poder y dividir al mundo entre “buenos” y “malos”.
“Parten de un discurso y un análisis vacío y con un claro intento de simplemente dividir el mundo entre malos, que tienen trabajos en los centros públicos y entonces cobran del dinero público y son gente que tiene entonces privilegios”, dijo.
